Las Cuadrigas de la antigua sede del Banco de Bilbao en la calle de Alcalá
Las dos cuadrigas con sus respectivos aurigas se encuentran en uno de las zonas más representativas y frecuentadas de toda la ciudad, casi al comienzo de la calle Alcalá partiendo desde la Puerta del Sol. Rematando majestuosamente el edificio que fuera la sede del BBVA, que actualmente alberga las dependencias de la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio.
El edificio se construyó en 1923 y poco después se remató con la colocación de las dos cuadrigas, como representación de la fuerza y el poder, los valores que el Banco de Bilbao quería transmitir a quienes pasaran frente a su sede madrileña. Las esculturas, obra de Higinio Basterra, tienen un peso de 25 toneladas y fueron realizadas en fundición de cobre, plomo, hierro y bronce en Bilbao, desde donde serían transportadas a Madrid tras su finalización para ser colocadas en su ubicación definitiva.
Originalmente eran doradas, siendo pintadas del color, prácticamente negro, que presentan en la actualidad para evitar que sirvieran de referencia a los aviones durante los bombardeos que sufrió Madrid mientras duro la Guerra Civil. Otro dato que merece señalarse es que los aurigas no están representados en su posición lógica en el interior de la cuadriga, sino que están situados a mayor altura, de pie, si, pero en un pedestal sobre el carruaje, con el propósito de que se les pueda apreciar mejor desde el nivel de la calle.
Los que hayáis visto la película “La Comunidad” dirigida por Álex de la Iglesia, sin duda recordareis la espectacular escena final del film que transcurre en este lugar. Otra anécdota, tal vez una leyenda urbana poco menos que imposible de comprobar, relacionada con estas magníficas obras: se contaba que, durante su transporte desde Bilbao a Madrid, uno de los caballos se perdió y el escultor lo buscó de estación en estación, a lo largo y ancho de todo el recorrido, hasta que finalmente lo encontró sano y salvo para ser instalado junto a sus compañeros de tiro.
Fuente: DE REBUS MATRITENSIS
0 comentarios:
Publicar un comentario