Basílica de San Miguel

La Basílica de San Miguel (oficialmente, Basílica Pontificia de San Miguel) está ubicada en la calle de San Justo, en Madrid (España). Se encuentra junto al Palacio Arzobispal, en el corazón de la zona conocida como Madrid de los Austrias. Está adscrita a la Nunciatura apostólica en España, que la ha confiado al Opus Dei desde 1960, y es la sede de la Hermandad de los Estudiantes (Madrid). A pesar de sus pequeñas dimensiones, se trata de una de las construcciones arquitectónicas más relevantes del Barroco español, por la singular forma convexa de su fachada y su original planta, poco habitual en el país y única en el Barroco madrileño.


El templo, que empezó a construirse en el año 1739, posee una notable influencia italiana. La basílica fue declarada Monumento Histórico Artístico Nacional el 28 de noviembre de 1984, según Real decreto. La Basílica de San Miguel se emplaza sobre el solar de la parroquia de los Santos Justo y Pastor, mártires cristianos que, según la tradición, murieron en Alcalá de Henares. Poco se conoce sobre esta desaparecida iglesia, una de las más antiguas de la ciudad. Su construcción era anterior al siglo XIII, o al menos eso se desprende del Fuero de 1202, en el que se la cita. El templo sufrió un incendio en 1690 y quedó completamente destruido.


En 1739 se iniciaron las obras de la construcción actual, a instancias del cardenal infante Luis Antonio de Borbón y Farnesio, arzobispo de Toledo, que costeó su ejecución con un presupuesto de 1.421.000 reales. En 1745 se concluyó el edificio. En tiempos de José Bonaparte, la iglesia añadió una nueva advocación: a la original de los Santos Justo y Pastor, se le sumó la de San Miguel, santo que quedó sin feligresía ante la demolición de la vecina parroquia de San Miguel de los Octoes.


En el siglo XIX, el templo quedó advocado únicamente a San Miguel y la feligresía de los Santos Justo y Pastor pasó a la iglesia del antiguo Convento de las Maravillas. En 1892 se entregó a la Nunciatura apostólica, adquiriendo el título de basílica pontificia, al trasladarse a Leganitos la parroquia de San Miguel. En el siglo XX, el Opus Dei se hizo cargo del templo.

El lector de Carlos Cambronero. Calle de San Justo, Madrid

Esta institución promovió diferentes reformas, como la supresión de los altares laterales y la construcción de una cripta bajo el edificio. En este siglo pasó a ser iglesia pontificia, con el nombre de Basílica Pontificia de San Miguel (es decir, es el templo de la Nunciatura apostólica de la Santa Sede en España). El compositor de origen italiano Luigi Boccherini (1743-1805), fallecido en Madrid, fue enterrado en esta basílica, hasta que en 1927 Benito Mussolini ordenó llevar sus restos a Lucca (Italia), de donde el músico era natural. Se le dio sepultura en la iglesia de San Francisco, en el panteón de hijos ilustres de la citada ciudad toscana.

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